4.000 km


Son ya 4.000 km., con olas de frio polar, chaparrones y algún susto de por medio(Salvo, se te olvido la lección de la parada y salida en rampas)... Así que ya va siendo momento de presentaciones. Con apenas una vuelta con una vieja vespa 150 de un amigo me lancé a la aventura de moverme por Ciudad Culebra con este mito viviente de dos ruedas (ver peli). De hecho el primer día su ronroneo era todo una declaración de principios: "te has comprado una moto diseñada hace 50 años, así que pienso sonar como toca". El cambio manual en la maneta, rudo y ruidoso al principio, el faro redondo, orgulloso pero de luz insuficiente, el estarter manual, la ausencia del hueco para casco o sus pequeñas ruedas nunca pueden ser defectos. La vespa es así. Por muchos años.

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