El discreto encanto de las "series medias"

Es casi una ceremonia en la catedral de la opulencia y la abundancia cultural. Se inicia con la revisión de las últimas y apetitosas novedades discográficas... El nuevo de Benjamin Biolay, el de su ex Keren Ann, el B-sides de Nick Cave, Güero de Beck... Tras observar que ninguno de ellos bajaba de los 16 euros, automáticamente se produce un rechazo que, apoyado en la pulsión consumista melomanocultural, tiene como consecuencia el tan habitual acto culebril de la búsqueda de "gangas" con un precio notablemente inferior.
En esta ocasión la búsqueda en la zona de ofertas tuvo su recompensa con el siguiente resultado:





The Impossible
Thrill (2001), segundo disco de Alpha. Por aquel entonces, su origen bristoliano y filiación al sello de Massive Attack, Melankolik, sigue ligando al dúo formado por Andy Jerks y Corin Dingley al ya superado trip hop. Un estigma del que lograron desprenderse en este disco, una delicada síntesis del clasicismo pop de los 60 y las producciones contemporáneas en la que ahora profundizan con este disco evocador y delicado con el que tratan de reivindicarse como grupo real.
Verve Unmixed3 (2005). La saga Verve Remixed continúa. Para el que no sepa de qué va el asunto se trata de remezclas de lo más granado de la electrónica sobre el valiosísimo catálogo del sello de jazz Verve. Como en las dos ediciones anteriores se ha editado por separado la versión de remezclas (Verve Remixes) y la de los originales (Verve Remixes) . Y como hemos hecho en las dos ediciones anteriores nos hemos quedado con el Unmixed, bastante más barato. Y qué quieren que les diga... A la voz de Billie Hollyday no siempre le sienta bien una remezcla.

Heartbreaker (2000), primer disco de Ryan Adams. El "chico malo" del rock americano editaba su primer disco en solitario tras liderar Whiskytown. En este disco ya se apuntaban maneras de lo que fue su segundo y hasta la fecha mejor disco, Gold (2002).

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