Las putas de mi ciudad

El consistorio de la ciudad donde vivo tiene previsto sancionar a quienes ejerzan y contraten servicios sexuales en la vía pública. Esta norma inútil es un ejemplo más de la moral cerrada de algunos gobiernos gobiernos (no sólo el PP, puesto que en Barcelona se ha presentado un anteproyecto de ordenanza similar) , que tratan de meter los problemas debajo de la alfombra en lugar de solucionarlos. Gracias a estas medidas (siempre punitivas y no sociales), los ayuntamientos se convierten en otros chulos más a los que pagar.

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