Curioso el enfoque único que pudimos ver y leer en los medios sobre el hundimiento intencionado del navío USS Oriskany (un barco de guerra de 32.000 toneladas que participó en las guerras de Vietnam y Corea) frente al Golfo de Mexico. Estos son fragmentos sacados de diferentes medios:
"Cuando esté en el lecho del mar, se desarrollarán progresivamente sobre su casco esponjas y corales, y eso atraerá a peces, buzos y pescadores. Así, el lugar se convertirá en una atracción turística".Ellos nos lo venden así. Yo simplemente veo que tiran enormes trozos de chatarra contaminada al mar. Veremos que pasa con el Clemenceau, que vuelve a Francia tras la presión de los ecologistas y una sentencia de la justicia india (donde iba a ser desmantelado) que forzó su regreso a casa.
"En febrero, la Agencia de Protección Ambiental aprobó el hundimiento de la nave con toxinas químicas y cables eléctricos, aislamiento y pintura a bordo. La agencia calcula que las toxinas se diluirán gradualmente durante los 100 años que tardará la nave en disolverse en óxido y no significará peligro alguno para la vida marina."
"Aunque han sido retirados productos tóxicos como amianto, pinturas y combustible, el barco todavía tiene algunos residuos de PCB (bifenilos policlorados) en forma sólida que fueron considerados imposibles de retirar completamente. Pese a ello, la EPA -Agencia Federal de Protección del Medio Ambiente de EE.UU- estima que "hundir el 'Oriskany' con residuos sólidos no es un riesgo para el medio ambiente y la salud humana".
"Este hundimiento inaugura un proyecto de la Marina para convertir viejos buques de guerra en arrecifes, que tuvo un costo total de 19 millones de dólares, pero -según un estudio de la Universidad de Florida- podría reportarle al condando de Escambia unos 92 millones de dólares al año en ingresos turísticos".
En lo que va de año, unas 90 naves de diferentes países han viajado a la India y Bangladesh. Travesías para el desguace que no han generado ninguna polémica.
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